Capítulo 544

Los miembros de la familia Guzmán se marcharon uno tras otro, y la casa volvió a quedarse en silencio de inmediato. Yago estaba sentado al lado cuando oyó pasos fuera: era Héctor, que regresaba apresuradamente. El traje de Héctor seguía desordenado; al enterarse de la muerte de Regina, todavía le costaba creerlo. —Yago, mis condolencias. Parecía un extraño consolando a Yago, y alzó la mano para darle una palmada, pero él lo apartó de un manotazo. En la cara de Héctor apareció cierta incomodidad; en realidad, en ese momento ya estaba pensando en a quién buscar como próxima esposa. Pero los problemas de su familia ya habían molestado bastante a Iván, así que, de momento, tenía que aguantarse. Yago se puso en pie y miró a Héctor con frialdad. —Encárgate tú del funeral de Regina. Héctor arrugó la frente; organizar un funeral no llevaba tanto tiempo, ¿qué tenía Yago de tan urgente? —Yago... Pero él ya había salido por la puerta. Se metió en su auto, sacó un cigarrillo y se lo encendió; pare