Capítulo 567

—¿Ella no es adecuada para mí, pero sí para ti? Esa voz se oyó detrás de ellos. Alejandro todavía llevaba su traje. Era muy alto y cruzó el lugar con grandes zancadas, de una patada volcó la pequeña mesa que tenía delante. Por allí había varios universitarios; todos los estudiantes que estaban cenando miraron hacia allá, y en ese instante todos se sorprendieron: uno de los presentes resultó ser un profesor muy conocido de la universidad. Las clases de Eduardo eran muy populares en la escuela; incluso chicas de otras facultades solían asistir como oyentes. Ese tipo de atractivo maduro era el que más llamaba la atención de las chicas jóvenes, y ya antes, por una confesión de amor, la universidad había tenido que emitir un aviso especial. Ahora, sumando a un Alejandro tan apuesto, algunos de los presentes comenzaron a sacar fotos de inmediato. Alejandro, con una expresión fría, miró a Eduardo. —Ella no responde al teléfono, y resulta que era porque tú la acosabas. Profesor Eduardo, esto e