Capítulo 573

A la mañana siguiente, los sirvientes fueron temprano a tocar la puerta de Pedro. —Señor Pedro, la señora Lorena ha desaparecido. Pedro, sin siquiera haberse vestido completamente, ordenó a todos que salieran a buscarla. Él mismo fue varias veces a su dormitorio secundario, revisando incluso dentro del armario y detrás de las cortinas. La seguridad en Jardines de la Paz era tan estricta que ella no podía haber salido sola. —¡Lorena! Gritó una vez, pero nadie respondió en la casa. Quiso ir a buscar en otras habitaciones del pasillo, pero alguien le mostró la grabación de la noche anterior, en la que aparecía la señora Lorena en el auto. Pedro respiró hondo y, mirando que sólo tenía puesto un zapato, se frotó el entrecejo. Regresó al dormitorio principal para vestirse adecuadamente y luego se dirigió al automóvil. Al ver a la persona dormida profundamente en el asiento trasero, preguntó a César: —¿Por qué no cerraste la puerta del auto? César también estaba desconcertado; simplemente lo