Capítulo 611
Después de que Ana se marchó, Lorena se sirvió otra copa de vino de frutas.
No le interesaba escuchar la conversación de los hombres, así que se sumergió por completo en su propio mundo.
Cuando Pedro la detuvo, ya se había tomado cinco copas y tenía la mirada un poco perdida.
Él le sujetó la muñeca, dejó la copa vacía sobre la mesa y le habló con voz suave.
—Un momento sin vigilarte y ya has bebido tanto.
Tomar una o dos copas de ese vino de frutas no tenía mayor importancia, pero cinco ya era demasiado; el efecto después es muy fuerte.
Lorena, recostada en el sofá, tenía las mejillas encendidas, pero aún era consciente de que alguien le hablaba, así que hizo un esfuerzo por incorporarse.
Sentía todo el cuerpo débil y, al intentar levantarse con demasiada fuerza, acabó cayendo en sus brazos, golpeándose la nariz y sintiendo un pinchazo que le llenó los ojos de lágrimas.
Pedro bajó la cabeza y justo se encontró con la mirada de ella, colmada de lágrimas.
Él tragó saliva un par de veces,

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.