Capítulo 621

Alguien quiso llamar a Pedro, pero todos sabían que en ese momento él estaba inconsciente. La expresión Claudia se tornó completamente sombrío. Al ver que Lorena había sido capturada, esbozó una sonrisa fría. —Sí que tienes agallas; primero le diste una cachetada a Pedro, y ahora lo has dejado inconsciente. Lorena, eres un verdadero desastre, no puedes quedarte aquí. Ahora que Pedro no está, te vas conmigo. Lorena no dijo nada y dirigió la mirada hacia Mateo. Mateo estaba de pie a un lado, dudando durante largo rato. —Doña Claudia... Apenas pronunció estas palabras, Claudia le gritó con severidad. —¡Cállate! ¡Hoy, si alguien se atreve a decir una palabra más, me suicido aquí mismo, en la puerta! Tras esto, nadie se atrevió a volver a hablar. Sus empleados llevaron a Lorena directamente al auto. Lorena llevaba dos días sin probar bocado; tanto su ánimo como su cuerpo estaban ya en un estado lamentable. El auto avanzaba lentamente y ella no tenía idea de adónde pensaba llevarla Claudia.