Capítulo 682

Yago se sentía algo incómodo; detestaba la arrogancia de Pedro y también la de Salvador. En ese círculo de personas, nunca se mezclaban con otros. ¿De qué se creían superiores? —¿De qué te ríes? —Me rio de ti, que ni siquiera entiendes las mínimas reglas sociales y, aun así, has tenido una vida buena durante tantos años. Si fuera tú, tendría a Pedro en un altar. La cara de Yago se ensombreció por completo, como si le hubieran dado una cachetada. —Si realmente fuera tan poderoso, ¿cómo pudo robarme a mi mujer? Llevo años con Lori, ¿qué es Pedro para mí? Antes Lori lo detestaba, solo pudo acercarse a ella cuando perdió la memoria. Pedro apoyó los dedos en el vaso sobre la mesa y, al oír eso, no mostró enojo. —¿Ya terminaste? Yago se sintió aún más humillado. Tenía esa expresión de desprecio hacia todos. Respiró hondo, y sus mejillas se enrojecieron. —Lorena simplemente no te ama, Pedro. No te engañes a ti mismo. Quédate tranquilo con Ana. Ni siquiera delante de Lorena ella te miraría dos