Capítulo 742
Leonardo se acercó y le dio unas palmadas en el hombro. —Está bien, discúlpate con Don Iván. Tú, que siempre eres tan sereno, ¿cómo es que hoy no puedes mantener la calma?
Salvador no dijo nada, guardó silencio unos segundos y, de pronto, apareció una sonrisa en su rostro.
—Con que Pedro esté bien, basta. Don Iván, hoy he sido yo quien actuó sin cortesía. Otro día iré personalmente a disculparme.
Leonardo suspiró aliviado y le dijo algo más a Iván.
Salvador no escuchó, se dio la vuelta y bajó las escaleras.
Fue a ofrecer incienso, y justo al salir del templo, recibió una llamada de Lorena.
—Salvador, ¿lo viste?
Se llevó la mano a la frente y se frotó el entrecejo. —Don Iván usó una táctica de distracción. Es probable que Pedro ya no esté en la casa de los Guzmán.
El corazón de Lorena se tensó de inmediato. Desde su perspectiva, Iván era despiadado, y si realmente planeaba hacerle algo a Pedro, lo haría sin perder un segundo.
Su voz empezó a carraspear. —¿Entonces, a dónde pudo haber id

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