Capítulo 878

Lorena llevaba tres días allí sin salir de casa; por las noches se limitaba a poner cualquier documental y, en lugar de ir a dormir a su dormitorio, acababa rendida quedándose dormida en el sofá. La cuarta noche, León la llamó por celular. —Lorena, ¿dime lo de Miriam fuiste tú? Que León llamara después de cuatro días significaba que ya había investigado a fondo lo sucedido. Además. Desde aquella noche, el estado mental de Miriam se había descompuesto un poco; tal vez hasta ahora estuviera estabilizándose. Lorena colgó sin más. No sentía que hubiera cometido un error; si no hubiera sido por su inteligencia, seguro quien habría sufrido todo aquello sería ella. Ya que Miriam no había tenido ninguna compasión, ¿por qué iba ella a mostrarla? Al ver que le colgaban, los ojos de León se ensombrecieron. A su lado, Miriam seguía con sus amenazas de muerte. —León, ya te lo dije mil veces, esa Lorena es demasiado arrogante. Amparada con descaro en el cariño de Pedro, ha hecho todo tipo de maldade