Capítulo 887

Lorena lloró desconsolada durante varios minutos, luego sostuvo su rostro con ambas manos. —Te haré algo de comer, necesitamos recuperarte. ¿Has escuchado lo que dijeron los expertos? No puedes emocionarte ni hacer esfuerzos. Si tienes algo que necesitas hacer, solo dímelo y con gusto lo haré. Él tenía el rostro sostenido, y su mirada solo podía fijarse en ella. La miró durante varios segundos, sonrió. —Quiero tomar un baño. Lorena apresurada empezó a llenar la bañera con agua. Cuando la bañera se llenó, ella lo ayudó a sentarse en el banco del baño. Su espalda estaba completamente marcada por heridas, y las lesiones en su abdomen, que se habían agravado, ahora comenzaban poco a poco a cicatrizar. Solo pudo mojar una toalla en la bañera y empezar a limpiar su piel con sumo cuidado. Al ver las horribles heridas en su espalda, sus ojos se llenaron de nuevo de lágrimas, y apresurada se sonó la nariz. —Pedro, dime, ¿cómo lograste hacerte esto...? ¿Cómo pudiste dejar tu espalda tan marcada,