Capítulo 86
Alonso deseaba con todas sus fuerzas asesinar con crueldad a ese Marcos.
El hospital más cercano estaba a más de diez kilómetros, y aunque Alonso había llevado la velocidad al máximo, aún tardaría casi media hora en llegar.
—Aguanta un poco, Regina, solo un poco más... Tranquila ya casi estamos.
Por suerte, el estado de las carreteras en las afueras era aceptable y, de noche, apenas circulaban autos.
El auto se internó en una avenida arbolada y desierta, avanzando a toda velocidad.
Regina respiraba con gran dificultad. Alzó la mirada hacia Alonso, que conducía, y murmuró: —Tengo calor, Alonso... De verdad, tengo demasiado calor. Siento como si hubiera hormigas arrastrándose por mi corazón... ¿Me voy a morir?
—Regina, no vas a morir. Por favor resiste un poco más, ya vamos camino al hospital.
Ella cerró los ojos con dolor, agitándose sin parar en el asiento del copiloto. Sus jadeos pesados se transformaron en susurros entrecortados.
Alonso, al verla sufrir de esa manera tan cruel, sinti

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.