Capítulo 1085
Raquel se sobresaltó. —¿Quién...?
Raquel se dio la vuelta, y el semblante elegante y noble de Alberto llenó su campo de visión.
Él la había seguido.
Raquel quiso apartarse de inmediato. —¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!
Alberto frunció ligeramente las cejas. —No te soltaré.
—¡Suéltame! ¡Ah!
Alberto intentó cargarla directamente sobre su hombro.
Raquel se asustó muchísimo. Estaba embarazada y, presa del pánico, empezó a forcejear al instante. —¡No me cargues así! ¡Suéltame! ¡Alberto!
Al ver que ella se resistía con fuerza, Alberto cambió de estrategia: la tomó en brazos horizontalmente, caminó hacia su lujoso auto, abrió la puerta trasera y la metió dentro.
Raquel intentó bajarse, pero Alberto se subió tras ella y la sujetó de un tirón. —No hagas un escándalo.
Ella se quedó quieta un instante y lo miró fijamente. —¡El que no debe hacer escándalo eres tú!
Alberto tiró de ella con fuerza, atrayéndola contra su pecho. —Raquel, no pasa nada. No me duele.
Acababa de decir que no le dolía.
¿Cómo podí

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.