Capítulo 128

Alberto sintió un leve remordimiento en el fondo de su corazón. Pero enseguida dejó escapar una risa fría. Al final, todo esto había sido culpa de ella. Llevaba apenas dos días en la Universidad del Futuro y ya había llamado la atención de ese mujeriego, Felipe. Había visto perfectamente la forma en que Felipe la miraba. Como hombre, sabía que Felipe realmente estaba interesado en ella. Si tan solo hubiera admitido su error y coqueteado un poco, probablemente Felipe la habría perdonado sin que él tuviera que intervenir. Al pensar en eso, el rostro de Alberto se volvió aún más sombrío. Esa pequeña zorra... no importaba a dónde fuera, siempre terminaba atrayendo a los hombres. Él la había enviado a estudiar, no a buscar novio. ¡Que se atreviera a tener un romance y vería lo que le pasaba! Alberto giró la cabeza y le lanzó una mirada afilada a su secretario. —Francisco, parece que te gusta mucho Raquel, ¿no? La inclinación de Francisco por Raquel no era algo nuevo. Fra