Capítulo 225
Alberto miró de reojo a Nahia.
Nahia, al sostener su mano, pudo sentir la dureza y elegancia de sus huesos, además de haber tocado el costoso reloj en su muñeca, frío y lujoso, como él, algo que inspiraba temor y deseo al mismo tiempo. Un objeto que uno no se atrevería a tocar, pero que al mismo tiempo se anhelaba.
La joven y pura la pequeña doncella mostró un rubor en su rostro. —Presidente Alberto, esa noche... fue por mi voluntad, esa noche fue... mi primera vez, ¿recuerda aquella noche?
Carlos notó que la situación no era favorable y de inmediato quiso intervenir. —Alberto...
Pero uno de los jóvenes adinerados a su lado lo detuvo y, en voz baja, le dijo: —Señor Carlos, veo que el presidente Alberto tiene algo con la pequeña doncella. Quien reciba su cariño, esa será quien se convierta en tu cuñada.
Carlos no estaba de acuerdo con eso; él solo reconocía a Anita como su cuñada.
Alberto observaba a la tímida y encantadora Nahia. En realidad, durante todo este tiempo no había recordado

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.