Capítulo 773

Ana al darse la vuelta vio en la puerta a Víctor, Xyris, Alberto, Raquel, Camila y a otras personas; sus ojos se abrieron de par en par, dilatándose al instante, y quedó inmóvil. Ana, conmocionada, exclamó al instante sin voz: —¿Ustedes cómo es que están en este lugar? Alberto entró y, sonriendo con sarcasmo dijo: —Por supuesto que vinimos siguiéndote hasta este lugar. En ese preciso momento, una sirvienta entró apresurada, tan asustada que no se atrevió a levantar la cabeza. —Disculpe, señora Tyliana, señorita Ana, los jefes Víctor y Alberto llegaron y; no me atreví a anunciarlo. De hecho, Ana y Tyliana dependían de Víctor para poder sobrevivir; esto era una propiedad de la familia de los Barroso, así que todas estas sirvientas obedecían a Víctor. Víctor era el verdadero dueño de este lugar. Ana estaba furiosa. Miró estupefacta a Alberto y le preguntó: —Alberto, ¿qué quieres decir con que viniste siguiéndome hasta este lugar? Tyliana quedó sin palabras; pensó que Ana era en realidad d