Capítulo 802

Alarico contestó rápidamente: —¿Lo averiguaron? Su subordinado respondió: —Lo siento, señor Alarico, no encontramos la información de ese taxista. Alarico se quedó perplejo: —¿Qué? ¿Por qué no la encontraron? ¿Ni siquiera pueden averiguar la información de un taxista? ¿Qué están haciendo? El subordinado, asustado, respondió con titubeos: —Señor Alarico, ya hicimos todo lo posible, pero en la compañía de taxis no hay ningún registro de ese conductor, su información está completamente en blanco. Con el poder que tenía Alarico, ni siquiera pudo averiguar la identidad de ese conductor. Alarico gritó furioso: —¡Inútiles! Colgó el celular. En la mente de Alarico volvió a aparecer el delicado rostro de Camila, así como la imagen de ella bailando sensualmente en la pista esa noche. Sintió que todo su cuerpo ardía de deseo; cuanto más inalcanzable era, más la deseaba. Camila ya había despertado en él su instinto de conquista. Alarico sacó su celular y marcó otro número. Muy pronto la llamada fu