Capítulo 979
Media hora después, Samuel llevó a Camila de regreso a la mansión. La empleada los saludó con respeto. —Señor Samuel, señorita Camila,. ¿Quieren que les prepare la cena?
Samuel respondió: —Ya comimos fuera. Prepara un caldo de pollo.
La empleada contestó: —Sí, señor.
Ese caldo de pollo era especialmente para Camila. Samuel controlaba su alimentación diaria con mucha rigurosidad: debía tomar sopa y consumir otros alimentos nutritivos, era una obligación todos los días.
Samuel tomó la mano de Camila y la llevó arriba, a la habitación.
Camila soltó su mano y dijo: —Siéntate, déjame volverte a vendar la herida.
Samuel la miró. —¿Ya reconociste tu error?
Camila se quedó sin palabras. ¿Todavía quería responsabilizarla? ¿Volver y aun así regañarla?
Camila respondió: —¿En qué me equivoqué? Esos dos hombres estaban borrachos y me acosaron, pero no puedes culparme solo por ser guapa. ¡No le eches la culpa a las mujeres por los errores que los hombres cometen cuando pierden el control por impulso

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.