Capítulo 14 Digna esposa del maestro

—¿Cómo pudo mi Clínica Renacer ofender a la jefa Sara? ¡Ah, ya me acordé! Hoy era el gran día para firmar el acuerdo de cooperación con el Grupo Pionero, y puse excusas para no venir. ¡Realmente no cumplí con mi palabra! ¡Asumo mi culpa! ¡Le pido perdón a la jefa Sara! Para demostrar su sinceridad, Héctor se puso de pie de inmediato y se inclinó ante Sara. —Héctor, ¿te estás haciendo el ciego? ¿O simplemente estás fingiendo? —¡No me estoy haciendo el ciego! ¡Tampoco estoy fingiendo! —¿No te haces el ciego ni finges? Entonces lo que pasa es que no sabes leer, ¿verdad? ¿No reconociste ni una sola de esas palabras grandes de ahí? Héctor volteó a mirar y su rostro se tornó de inmediato morado como el hígado de cerdo. Con los ojos desencajados, fulminó con la mirada a Jaime y preguntó: —¿Qué está pasando aquí? —Y... Yo no sé. Todo lo organizó el asistente Benito. La manera en que Jaime se deslindó repentinamente dejó a Benito completamente frío. ¡Fue Jaime quien intervino a la fuerza y camb