Capítulo 158

En el otro lado del teléfono hubo una pausa, seguida por la voz de Ignacio, —¿Qué pasa, quién te ha molestado? —Lo siento.— Patricia reconoció la voz de Ignacio y se apresuró a disculparse, —Perdón, pensé que era otra llamada de acoso, me alteré sin ver quién llamaba. Ignacio no le dio importancia, manteniendo un tono de voz amable preguntó: —¿Ya has vuelto? —Sí. Ignacio sugirió: —¿Voy a recogerte esta noche? Patricia explicó: —Tengo una amiga en casa, no es muy conveniente. —¿La he conocido? —Sí, se cruzaron una vez, en el restaurante aquella vez, no sé si lo recuerdas. Ignacio, sin dudar, dijo: —Lo recuerdo, definitivamente recuerdo a tu amiga. —¿Tienes tan buena memoria? Ignacio respondió: —Sí. Luego, su tono se tornó más serio, con un toque de resentimiento, —No tienes idea de lo difícil que ha sido para mí este tiempo, te he extrañado mucho. Patricia se sintió algo incómoda ante la expresión abierta de sus emociones y cambió rápidamente el tema: —Tengo algunos asuntos que atender.