Capítulo 23

Álvaro apareció de repente y se llevó al niño, sin volver la cabeza mientras ella lloraba y gritaba desconsoladamente; simplemente se lo llevó en brazos. Ella despertó llorando a medianoche, y lo primero que hizo fue tocar su vientre para asegurarse de que todo había sido una pesadilla y no era real. Sudaba frío y al mirar su teléfono vio que eran más de las tres de la madrugada. Todavía era muy temprano y ya no podía dormir. Se revolvía en la cama, pensando en lo que pasaría si Álvaro descubriese algún día que estaba embarazada... Estaba segura de que él no querría al niño. Ella tampoco quería que él lo quisiera. Era su hijo, solo de ella, y nunca dejaría que Álvaro lo supiera. Nunca. ... Esa noche, Julia había quedado con Álvaro para cenar. No habían pasado ni unos minutos desde que empezaron a comer cuando Julia notó que Álvaro dejaba los cubiertos y se concentraba en su móvil, frunciendo el ceño como si algo le preocupara. No le prestaba atención, ni siquiera le había