Capítulo 99

Las voces de ambos se fueron desvaneciendo, y solo entonces Álvaro salió de la oscuridad, con el rostro severo y la mandíbula tensa, frío y distante. Nada que ver con su habitual apariencia afable. Cuando volvió al lugar, Ignacio y Patricia ya no estaban, pero Julia fue la primera en acercársele, preocupada, diciendo: —Álvaro, finalmente has vuelto. Álvaro asintió con la cabeza, pero no dijo nada. Al sentarse, los padres de Ignacio charlaron con Álvaro, quien respondía de manera monótona, sin mostrar gran interés. Julia, sin embargo, lo observaba de reojo, detectando algo extraño en la comisura de sus labios, algo apenas visible de cerca. Las mujeres son especialmente sensibles a estos detalles; sin duda, era lápiz labial de una mujer. Álvaro había estado ausente un momento, al igual que Patricia. Julia miró a su alrededor, pero no encontró ni a Patricia ni a Álvaro. Claramente, el lápiz labial en su boca indicaba que habían estado juntos haciendo algo indebido. Julia apr