Capítulo 109
—Es simple, no hay que inflar el precio. Ofrecemos nuestras propuestas para adquirir Alma de Crista al mismo tiempo, y quien ofrezca el precio más alto, se queda con Alma de Crista. —dijo Ana, apartando las cortinas de cuentas mientras lo miraba fijamente.
¿Qué castigo habrá para el perdedor? —Carlos entrecerró los ojos.
Intentar arrebatarle algo al Señor Esmeralda no podía hacerse sin una apuesta significativa.
—Si ganas, yo pago el precio. Si gano yo, igual yo pago el precio. —dijo Ana con determinación.
Carlos soltó una ligera risa. —¿Solo es dinero? ¿Quién no puede pagarlo?
Ana: —......
No esperaba que él usara sus propias palabras para contrariarla.
Implícitamente, esto indicaba que esta apuesta no era suficiente para tentarlo a jugar su pequeño juego.
—Si gano, te ayudo a salvar tres vidas. —Ana cambió su apuesta.
La vida no tiene precio, y esa era la mayor apuesta que un gran médico podía ofrecer.
—¡De acuerdo! Yo primero. —aceptó Carlos.
Se inclinó, tomó el dispositivo de ent

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.