Capítulo 144

Tristan tenía esa costumbre. Antes de empezar a comer, retiraba las cosas que no le gustaban a Stella o, cuando se trataba de comida occidental, la ayudaba a cortar su filete. Si comía un platillo llamado “hot pot”, él cocinaba cuidadosamente la carne, la mojaba en salsa y se la servía en el plato. Por lo tanto, ella sabía lo que él iba a hacer cuando vio su comportamiento. Se preguntaba si el médico estaba acostumbrado a cuidar de los demás en el hospital. No solo estaba cuidando de ella, sino que también de su hijo. Ese tipo de sentimiento no importaba cómo lo mirara, la hacía sentir extraña y en conflicto. Miró la carne que estaba frente a ella. Entonces, dejó el plato que sostenía en sus manos. Después de que ella lo tomara, él se llevó su plato y cortó el filete de Stella. A su vez, ella cortó el de Adrian. Sin importar cómo uno lo mirara, había una especie de dulzura accidental en esas acciones. Al ver aquello, se quedó en trance. ¿Cuál era el objetivo de ese hombre? ¿Por qué era