Capítulo 148

Stella examinó casualmente la ropa y no tardó en darse cuenta de que los trajes allí podrían costarle más que su salario anual. Había pensado en comprar alguna prenda de ropa para Tristan, pero con esos precios, sus ilusiones se volvieron añicos. Con el dinero que tenía ahora, ni siquiera podía comprar una camisa en esa tienda. En el pasado, durante su estadía en Francia, su situación económica no era precisamente holgada. Pero ahora que había regresado al país, tampoco podía decirse que había mejorado mucho. “Stella, ¿qué estás buscando?”, le preguntó Tristan con curiosidad. Ella miró a su alrededor y siguió examinando la ropa sin responder a la pregunta, pues se sentía un poco desconcertada. Entonces el pequeño Adrian dijo con picardía: “¡Preciosa!, ¿estás buscando ropa para mí? ¡Nada de esto me gusta, quiero usar ropa de niños!” El pequeño no podía estar más ‘entusiasmado’. Estaban viendo trajes y camisas muy formales, así que cuando el pequeño los vio, sintió que no eran muy moder