Capítulo 227

En cuanto Stella movió su pie derecho, sintió un dolor agudo que la recorría desde el tobillo. Probablemente, había hecho un mal movimiento al caerse del caballo y se había torcido el tobillo. ¡Le resultaba muy doloroso tratar de moverse! “¿Qué pasa, Stella?”, preguntó Kelly, adelantándose rápidamente para ayudar a su amiga a caminar. “¿Te hiciste daño?”, preguntó. Diciendo esto, Kelly miró hacia abajo y dijo: “¡Déjame ayudarte! ¡Vayamos a tu habitación para que te recuestes un poco!” “Bueno…”, susurró Stella. Pero antes de que hubiera terminado de decirlo, sintió que un fuerte brazo le rodeaba el hombro.  No era Kelly, ¡sino RK! El hombre se había dado la vuelta, dejando caer las riendas del caballo. En ese momento, el animal trotaba de vuelta al establo por su cuenta. ¡Estaba muy bien entrenado! Stella se preguntó cómo tuvo el valor de acercársele. ¡Era sorprendente la forma en que ese animal podía reconocer a su dueño! Ahora, en el cerco de sus brazos, sentía una sensación indescri