Capítulo 248

RK esquivó el proyectil. ¡Este hombre! ¿Qué pretendía al recordarle que estaban casados? Hasta ahora, él la había ignorado, tratándola como alguien de poca importancia. ¡Vaya descaro el suyo! ¡Y aunque estuvieran casados, él no podría obligarla! Ella nunca le había hecho ninguna insinuación, pero ahora… ¿Habría visto algo? Cuando vio que el hombre seguí allí, tan campante, se sintió molesta y, a la vez, deprimida. Se preguntó cómo era posible que tuviera tan mala suerte. Ignoraba qué motivos empujaron al hombre a volver a su casa, cuando antes sus ausencias duraban semanas. “¡RK! ¡Fuera! ¡Vete de aquí!”, insistió de nuevo. Ya no había más cosas que arrojarle. Aparte de gritar, no podía hacer otra cosa, excepto tratar de moverse. Pero él se le adelantó y se aproximó hasta ella. La muchacha lo observó con los ojos muy abiertos. El único sonido era el de sus zapatos de cuero contra las baldosas. ¡Aquello resultó aterrador en los oídos de Stella! Le pareció que había un gran demonio vin