Capítulo 87

Sin embargo, en lo que se refería a Grace, Stella era perfectamente capaz de amedrentar a Rene. Esa preferencia sin sentido por aquel hombre le disgustaba mucho a la joven. No solo eso, sino el hecho de apoyarlo siempre y estar dispuesta a defenderlo a riesgo de oponerse abiertamente a su nieta, hizo que Stella se sintiera aún más enojada. “¡Así que la abuela está muy segura de que me meto contigo! ¡Entonces, ya verás!” Diciendo esto, Stella golpeó el sólido pecho de RK con toda sus fuerzas. Le dolió la mano, sin embargo, antes de que pudiera gritar de dolor, el fornido individuo dejó escapar un gemido ahogado, como si lo hubieran magullado. Y por si fuera poco, gritó: “¡Oye! ¡Eso duele! Tu abuela está ahí fuera…” La joven abrió desmesuradamente los ojos al escucharlo gemir. Él sabía que Grace seguía afuera. Obviamente, cuando la intimidó hace un momento y se aprovechó de ella, sabía que la abuela no andaba cerca.  Pero como Grace tal vez podría escucharlos, cambió su comportamiento.