Capítulo 172

"Necesitará sus propias habitaciones", respondió Osirio casualmente. "Yo me encargaré de ello", dijo el mayordomo con una reverencia. “Vayamos adentro. Hace viento”, me dijo Osirio. Su brazo rodeó mi cintura antes de que pudiera responder. Me encontré siendo empujado a entrar a la mansión con un ligero empujón del brazo que Osirio tenía alrededor de mi cintura. El interior estaba decorado con la misma vibra que la mansión del jefe, y me hizo preguntarme si se contrató al mismo diseñador de interiores para ambos lugares. "El jefe solía vivir aquí", explicó Osirio antes de que pudiera preguntar. “Oh, ya veo…” murmuré. Bueno, eso explica mucho de la preferencia compartida en decoración y diseño. La mansión estaba silenciosa y sin vida. Podía escuchar el sonido de mi propia respiración y los latidos de mi corazón. “¿Vives aquí solo?” Pregunté, tratando de entablar conversación porque el silencio se me estaba subiendo a la cabeza. "Sí; sin embargo, hay mayordomos, sirvientas y algunos miemb