Capítulo 175

"Puedes gritar todo lo que quieras, aquí nadie nos molestará", dijo Osirio mientras me sonreía. Sabía que lo que decía era verdad, pero me daba vergüenza dejarle escuchar mis gritos fuertes y salvajes. Cerré los ojos con fuerza cuando Osirio reanudó su brusca embestida en el agujero de mi coño. Su polla debe haberse vuelto más grande que antes porque ahora estaba estirando mucho más mi agujero del amor. Cada embestida golpeaba fuerte contra mi útero y mis caderas se levantaban ansiosamente para encontrarse con sus embestidas. Osirio me metió su polla rápida y fuerte sin signos de detenerse. Mis piernas se sentían tan débiles mientras mi cuerpo se retorcía en éxtasis en el sofá. Me mordí los dedos para controlar mi propia pasión. Cuando su polla golpeó los puntos de placer profundamente dentro de mí, me acerqué cada vez más a mi delicioso clímax. Ansiaba mi liberación. Tenía tantas ganas de que me hiciera correrme que se convirtió en el único deseo de mi vida en ese momento. Arqueé la e