Capítulo 33

Osirio pellizcó mi clítoris repetidamente, volviéndome loca de lujuria para luego frotarlo con fuerza, por lo que mis gritos de placer se hicieron aún más fuertes. Estaba tan perdida en el éxtasis del momento que no me di cuenta de que Osirio había enterrado su rostro entre mis piernas hasta que sentí el calor de su aliento en mi abertura femenina. "Osirio… no…" susurré antes de continuar gimiendo por el placer que se estaba agitando dentro mío. Entonces lo sentí. La punta de su lengua caliente golpeó mi abertura inundada mientras comenzaba a lamer mi vulva por detrás. Realmente, me sentía muy avergonzada de estar en esa posición. Sabía que podía ver mi vulva de cerca y estaba saboreando mis jugos del amor. Sin embargo, la sensación de su lengua deslizándose desde arriba hacia abajo a lo largo de mi abertura, para luego provocar mi clítoris hinchado, se sintió increíble. De pronto, sentí que mi vulva temblaba y sus paredes se apretaban por la sensación placentera que me estaba brindand