Capítulo 13

La compuerta de la memoria se abrió de golpe. Era una recepción de negocios de hacía muchos años; alguien lo provocó a propósito, quería desafiarlo a beber. Ella apareció de repente. Como desafiándolo, tomó la copa y la bebió de un trago. Sonrió con una arrogancia desbordante. —En este mundo, la única persona que puede ganarte soy yo. Ella obtuvo los aplausos de toda la sala y, de paso, se llevó el botón que él había perdido porque, al sostenerlo, ella se lo había arrancado sin darse cuenta. Él, en ese momento, solo pensó que ella otra vez le estaba buscando problemas a propósito, que quería enfrentarse a él. Resultó que... En ese instante, la satisfacción en la comisura de sus ojos y en sus cejas no se debía a haber ganado la apuesta. Manuel dio un paso atrás tambaleándose; su espalda chocó contra la pared fría, y así sostuvo un cuerpo que casi se había quedado sin fuerzas. Así que... ¿Ella realmente... lo quería? ¿Sara lo quería? La persona que había sido su rival durante tanto tiemp