Capítulo 45

Mientras tanto en la sala de juegos del segundo piso. Zeph estaba usando un pequeño helicóptero, pero cuando vio a Vivianna, sonrió y dijo: "Mami, mira". La mujer observó la gigantesca habitación llena de costosos juguetes y se quedó boquiabierta. «¡Ese hombre está consintiéndolo demasiado!» "Papi me prometió hacerme un parque con muchos juegos en el patio". La madre se puso en cuclillas y le dijo a su pequeño: "Hijo, incluso si tu papá es rico, no debes pedirlo todo. Debes apreciar lo que tienes, la vida no se trata de tener todo lo que quieras". "Lo sé, mami. Ya no lo volveré a hacer". El pequeño se dio cuenta de que se había equivocado. "No te preocupes. Lo hecho hecho está. ¡Ahora ve a jugar! Mami estará aquí". Vivianna acarició su cabecita. Quizá los hombres consentían a sus hijos de una manera diferente. La mujer estaba viendo a Zeph jugar, pero cuando recordó lo que le había dicho, se molestó. ¿Cómo se había atrevido a decirle eso? Lo que había hecho no había sido una aventura.