Capítulo 55

Así fue como Augustine quedó atrapado en los brazos de Vivianna. Se acostó de lado y dejó que los brazos de la chica colgaran alrededor de su cuello, mientras se le iba oscureciendo la mirada al percibir el dulce aliento de la joven que iba penetrando su nariz. Augustine acababa de colocar el control del aire acondicionado en casi 20 grados centígrados, y por eso Vivianna sintió que hacía mucho frío. De inmediato frunció el ceño e instintivamente se acurrucó, aferrándose aún más a ese cuerpo masculino para darse calor. Él agarró la cobija que tenía a un lado y la echó encima de ambos. De esa manera, sus cuerpos quedaron casi sellados entre sí. La joven se acurrucó en su pecho como una niña, mientras él bajaba la cabeza para contemplar el rostro de la bella durmiente. Para su sorpresa, toda esa l*j*ria se esfumó al verla dormida. Finalmente, Augustine cerró los ojos y se  rindió, después de tantas horas de desvelo. Durante el resto de la noche, ambos estuvieron cambiando de posición, un