Capítulo 618

No obstante, Luciana se limitó únicamente a abrazarle más no habló. Él, por otra parte, le respondió el gesto; obviamente sin atreverse a hacer ninguna otra cosa. Tal vez ella lo desease, pero su persona le respetaría. No haría nada sin su permiso. Así pues, sintiendo el aroma fresco y agradable que emanaba de su cuerpo, sus ojos se humedecieron. Si, estaba reacia a separarse de Henry. No obstante, ya todo estaba decidido y había que continuar. Dando un paso atrás y enderezándose, Luciana se inclinó y le miró. El caballero preguntó: "¿Qué sucede? No luces bien y tienes los ojos rojos". "Probablemente sea porque anoche me quedé despierta hasta tarde leyendo", replicó apresuradamente con una sonrisa. "¿Te quedaste despierta hasta tarde leyendo?", interpeló el joven con cierta queja. A continuación, añadió: "¿Cómo pudiste quedarte despierta hasta tarde sólo por ello? ¿Qué libro es ese? Lo tiraré hoy". "¡No! No es el libro en sí, son mis propios problemas. No reconozco aún la cama; por lo