Capítulo 62

Los dos fueron hacia el buffet, mientras Augustine caminaba por el pasillo entrecerrando los ojos en dirección al baño, esperando a que Vivianna saliera. Llegó hasta enfrente de la puerta, sosteniendo su copa de vino tinto, y se apoyó perezosamente en la pared del pasillo. La luz de los focos caía sobre su rostro, con lo cual parecía un príncipe salido de un cómic. Era encantador. Había una gran cantidad de chicas en la exposición, que cuando lo vieron quedaron tan cautivadas que sus corazones empezaron a latir de manera acelerada. Lo adoraban en secreto, con las caras y las orejas ruborizadas. Una vez que Augustine se convirtiera en la cabeza de los Giltstone, desaparecieron de Internet casi todas las fotos de su familia. A pesar de eso, la gente había oído nombrar al joven, quien tenía la fama de ser un hombre desenfrenado. Sin embargo, rara vez se publicó su foto. Tampoco corrían rumores acerca de él, como pasaba con el resto de la gente rica. Él procuraba permanecer en el misterio.