Capítulo 704

Cuando Farid fue a verla, creyó que estaría durmiendo, pero la encontró despierta. Ella estaba sentada en la cama, con la cabeza hacia abajo. Nadie podría saber lo que estaba pensando. El presidente se acercó a ella con preocupación. "¿Qué sucede?" Ella lo observó y el miedo en su corazón se disipó suavemente. Negó con la cabeza y esbozó una sonrisa. "Nada. Solo pensaba en algo. ¿Terminaste tu trabajo?" "Sí", respondió y se sentó a su lado para tomar su mano con suavidad. Su corazón dolía por ella. También pensó en sus sentimientos. Un sirviente le había contado que, si él no estaba en casa, la joven ni siquiera se asomaba a la puerta. "Encontré un buen lugar para ti. He pedido a alguien que lo decore. Podrás mudarte en tres días", le dijo, pues sabía que se sentía muy presionada viviendo ahí. Efectivamente, cuando escuchó las noticias, sus ojos se iluminaron. Ella asintió y respondió: "Sí". Él se rio entre dientes y la envolvió en sus brazos. "¿De verdad tienes miedo de vivir aquí?" "