Capítulo 16

—¡Rosa! Daniel abrazó a Rosa con fuerza, y las lágrimas brotaron de sus ojos. Después de que Rosa se fuera al extranjero, en realidad nunca dejó de preocuparse por ella, y cada mes le enviaba dinero puntualmente. Hasta que descubrió que Rosa no había tocado ni un centavo, y entonces supo que ella se había unido secretamente a un programa de asistencia médica en la zona de guerra. En ese momento, lo que más pensaba cada día era si Rosa estaba bien, si estaba a salvo o si corría algún peligro. Más tarde, se enteró de que Bruno la había secuestrado y la había llevado a la capital. La villa estaba fuertemente custodiada; él intentó irrumpir varias veces sin éxito, y no tuvo más remedio que apretar los dientes y prender fuego a la propiedad. Finalmente, Rosa fue rescatada. —¡Rosa, es mi culpa! No debí haberte acusado injustamente ni hacer que sufrieras tanto... —Daniel lloraba desconsoladamente, su voz estaba llena de remordimiento. Al principio, él pensaba que Rosa llevaba una vida privada