Capítulo 27

La familia González evidentemente entendió lo que estaba ocurriendo, y sin más dilación se dirigió directamente a la puerta de la familia Medina y la golpearon con fuerza. Ya era tarde, y la señora de la casa Medina, al ver a la familia González llegar en grupo con Mario a la cabeza, no pudo evitar preguntar: —Teresa, ¿qué está pasando? ¿Por qué traes a tanta gente contigo? La señora Teresa, convencida de que la familia Medina había hecho daño a su hija Sara, no tenía ánimo para charlas corteses. Con una sonrisa fría, respondió:—¿De verdad no sabes qué está pasando? Ustedes contrataron a alguien para dañar a mi Sara, queriendo usar la vida de mi hija para prolongar la de su Mario. ¿De verdad crees que nadie lo descubriría? La señora Marta, al escuchar esto, tuvo un destello de pánico en sus ojos, pero rápidamente lo disimuló, fingiendo una expresión de confusión y ofensa. —¿De qué estás hablando? No entiendo nada de lo que dices. ¿Qué es eso de 'prolongar la vida'? Jamás dañaría a tu S