Capítulo 105
Tenía una pistola en la mano, apuntando a su frente.
—¿Incluso tú vas a traicionarme? —preguntó Carmen con frialdad.
—Lo siento, señorita Carmen, él es mi padre adoptivo, me crió y me cuidó... —Marta temblaba mientras sus lágrimas empapaban su rostro.
—Ayer fue toda una trampa, ¿verdad? Marta, no fuiste secuestrada, sino que cooperaste voluntariamente con ellos para venir a la Mansión de la Muerte. —afirmó Carmen.
Marta asintió entre lágrimas, su corazón lleno de culpa y remordimiento.
Alejandro entrecerró los ojos, tal como lo había sospechado, todo esto era una farsa, desde Nicolás hasta Marta, pasando por Antonio, un engaño sin fallos.
Pero lamentablemente, él, Alejandro, era el que rompería el esquema.
—No entiendo, Marta, estás a mi lado todo el tiempo, incluso el café que tomo lo preparas tú. Si quisieras matarme, sería muy sencillo. ¿Por qué tanto esfuerzo para crear todo este escenario? Podrías simplemente envenenarme.
Carmen miraba a Marta sin entender.
—¡Es porque ella no pod

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