Capítulo 27
—No, ¿en serio? —José no podía creer que él fuera así: —Si vas a actuar de esta manera, no cuentes conmigo para ayudarte en el futuro. No puedo seguir jugando el papel de malo y criminal, esto en realidad es demasiado para mí.
Diego respondió con cierta frialdad: —Así eres tú.
José se quedó sin palabras.
Si este hombre no fuera su amigo, ¡lo habría arrojado hace rato por la ventana!
—Lleva a tu gente y váyanse. —Dijo Diego, pensando en la persona que tal vez ya estaba aterrorizada y llorando en la habitación contigua. Su mirada se ensombreció: —Sin mi permiso, nadie sube.
—Entendido, no te interrumpiré mientras trabajas. —Respondió José con sarcasmo, pero aún así le advirtió: —Aunque deberías tener cuidado, parece que realmente la asustaste.
Diego le lanzó una mirada de reojo.
José enseguida agregó: —Está bien, está bien, no diré más. ¿Puedo irme ya?
Sin dudarlo por más tiempo, tomó a sus guardaespaldas y su secretaria y salió a toda prisa de la sala de reuniones. No fue sino hasta que

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.