Capítulo 36

Silvia le acarició con cariño la cabeza a Carlitos, pero no le reveló la verdad: —Mami aún tiene muchas cosas por hacer, así que no volveré por ahora. Más bien quédate tranquilo en casa y cuéntame cualquier cosa que suceda. Carlitos aceptó, extendió sus brazos para abrazarla y apoyó su cabeza en su cuello. Después de decirle que se comportara bien, Silvia lo subió cariñosa al auto. Sabía que, aunque regresara con Carlitos, Diego no la expulsaría frente a él, pero la verdad no quería volver a pisar ese lugar nunca más. Después de despedir a Carlitos, fue a casa de Ana. Al principio planeaba ir al hospital para realizar el pago, pero para cuando llegó allí, el hospital estaba a punto de cerrar. Al llegar a casa de Ana y encontrarla vacía, sacó enseguida su celular y llamó a Ana. Esta contestó pronto y, cuando Silvia preguntó dónde estaba, Ana no lo ocultó: —Estoy hablando con mi padre, si no regreso esta noche, asegúrate de cerrar bien puertas y ventanas. Silvia estaba a punto de pregunt