Capítulo 48

Punto de vista de Regina Su boca alternaba entre mis ch*chis. En algún punto, sus dedos remplazaron a su lengua y comenzaron a pellizcar mis pez*nes suavemente, aunque con la fuerza suficiente para levantarlos. Su boca, esa hábil y cálida máquina de placer, se movió hasta las curvas de mi cuello. "Córr*te", dijo, separando sus labios de mi piel, antes de tomar mi cara con una de sus manos y girarme hacia él. Acto seguido, clavó sus pupilas en las mías. "Ey*cula", insistió, con una expresión seria. Intenté mantener el contacto visual, con la esperanza de darle lo que quería. Sin embargo, lo intensa que era su mirada, sumada a la estimulación que mi clít*ris recibía por el rocé con su p*ne, ocasionaba que los ojos se me pusieran en blanco y fuera incapaz de pensar. No lo miré cuando mi espalda se arqueó y llegué al org*smo. Estaba exhausta. Todos mis músculos se relajaron, mientras las últimas olas de placer abandonaban mi cuerpo en breves espasmos. "Párate y súbete a la cama. Te voy a c