Capítulo 279

No le gustaban esas miradas, detestaba la idea de que otros hombres miraran a su mujer con deseo. Ese tipo de anhelo, él quería estrangularlo en su cuna. Incluso si Mabel era su esposa sólo de nombre. ¡Eso no estaba permitido en absoluto! Se frotó el anillo de jade en el pulgar; sus ojos negros como el carbón eran más profundos que la noche misma. En ese momento se le acabó la paciencia. —Señor Walsh, ¿podría liberarlos? Su voz ahora, aunque fría, era mucho más suave que la irritación que había mostrado antes. Esta fue su última muestra de respeto hacia James. Si fuera otra persona, ya habría atacado, pero como James una vez había salvado a su hermano mayor, Jayden decidió proceder con la diplomacia antes que con la fuerza. James, al mirar a Jayden frente a él, recordó a Hugo, junto a quien había luchado una vez para conquistar Myanmar. Era distinguido y arrogante, y no respetaba a nadie más ante sus ojos. Incluso si hubiera fuego de artillería por delante, él lo afrontaría sin fruncir