Capítulo 1353

Esa sombra traumatizó profundamente a Sean. El interrogador seguía riéndose con suficiencia. "Parece que no crees que esto duele como el demonio. Me equivoqué", dijo, con una voz áspera que sonaba como papel de lija. "Lo siento, Sean. ¿Me perdonas?". Antes de darle a Sean la oportunidad de hablar, se levantó y se rio fuerte. "No lloraste por mami aunque te doliera tanto". De hecho, Sean ni siquiera tenía energía para decir nada. Le dolía tanto que sintió como si su sangre dejara de fluir y su piel empezara a arrugarse. Sean se tiró al suelo, con su actitud orgullosa y fría de siempre casi perdida. Tal vez Oliver iba a romper su promesa, pensó. Antes le prometió a Julian que mantendría vivo a Sean en el campo de entrenamiento. Pero ahora... Su vida estaba en juego, y nadie parecía venir a rescatarlo. Le dolía. El dolor se extendió desde sus dedos hasta su corazón. Finalmente encontró la energía para mirar sus propias manos. Sus manos, que estuvieron con él día y noche durant