Capítulo 47

¿Marí? Este apelativo era bastante sensible y llamó la atención de Sara. Siguió la mirada de Lucía y luego vio una figura familiar. ¡María! Sara frunció ligeramente las cejas; ¿cómo podía estar María allí? —Eh, ya llegué. ¿Hay alguna prenda que te guste? —María acababa de ir al baño, por eso llegó un poco más tarde. Esa misma mañana, Lucía había llamado para invitar a María a ir de compras. Ella, por supuesto, estaba encantada. Lucía era muy fácil de tratar, nunca se mostraba arrogante, y estar con ella era muy relajante. Al principio, María se sentía un poco cohibida, pero después de ir varias veces a la casa de los López a comer, ahora ambas se comportaban como amigas y se relacionaban con naturalidad. Lucía quería mucho a María; cualquier cosa deliciosa o bonita, siempre pensaba primero en ella. Incluso Diego, al verla, sentía que no era su hijo biológico. Pero estaba contento de que ambas se llevaran tan bien. Cuando María entró y vio a Sara al lado de Lucía, también se sorprendió.