Capítulo 56

Y en ese momento, algunos compañeros que ni siquiera se molestaban en levantar la cabeza para mirar hacia adelante, así como los que no podían ver nada frente a ellos, comenzaron enseguida a gritar en protesta. —¡Bájese, bájese! —¡Fuera, fuera! —¡No aceptamos disculpas, nuestro ídolo no acepta disculpas! —¡Expúlsenlo, expúlsenlo! —¡Director Patricio, despídalo de inmediato! ¡Director Patricio, expúlsenlo! Estaban seguros de que quien debía leer la reflexión era Raúl. Estaban ansiosos al extremo por ver a Raúl enfrentarse a toda la escuela. ¡Querían vengar a su ídolo Ignacio! Los que estaban en primera fila, al ver que subía al escenario Ignacio, se sorprendieron y cambiaron de expresión en cuestión segundos, apresurándose a intervenir. —¡Se han equivocado, se han equivocado! —¡No es Raúl, es Ignacio! —¡Cállense todos! Pero sus voces fueron ahogadas por los intensos gritos de protesta que venían desde atrás. Incluso Pablo trató de detener el caos con desesperación. —¡Cállense todos! ¡Cá