Capítulo 86

El lugar del concurso de matemáticas avanzadas estaba cerca de las afueras. En teoría, con una lluvia tan fuerte como esa, debería haber pocos vehículos en la carretera. Pero cuanto más se acercaban al recinto, más autos encontraban en el camino. Justo cuando ya veían que después de pasar el gran puente colgante llegarían al lugar del examen, al subir al puente, los vehículos que circulaban con normalidad de pronto dieron la vuelta y rodearon su auto. Lo obligaron a detenerse de inmediato. Detrás de ellos, también había varios autos negros que los alcanzaron, bloqueando sin piedad su ruta de escape. De los autos bajaron unos hombres corpulentos. Vestían camisetas negras sin mangas, sus cuerpos estaban llenos de músculos y tatuajes. La lluvia torrencial caía inclemente sobre ellos como si no los afectara en lo absoluto, y todos parecían fieros y amenazantes. Raúl soltó una grosería en el acto. —¡Dios mío no puede! ¡De verdad vienen por mí! Camila quedó estupefacta. —En total son ocho au