Capítulo 184

¡Qué vergüenza en el acto! ¡Es la segunda vez! La primera vez fue cuando sorprendí a Adrián justo saliendo de la ducha; esta vez, lo hice al burlarme de él y él me oyó. Sospecho que lo hizo a propósito; estuve golpeando la puerta un buen rato, ¿por qué decidió abrir justo ahora? En este momento, para no sentirme incómoda, solo puedo fingir que estoy borracha y olvidarlo. Así no me incomodo yo, sino que la incomodidad recae en los demás. —Ana, hay alguien; ¿no ves que está dentro? —dije, señalando a Adrián como si nada hubiera pasado, con una expresión natural. La boca de Ana se retorció, mirándome con vergüenza hacia Adrián. —Ella ha bebido demasiado. —No he bebido tanto —respondí, cooperando con Ana en la actuación. Porque la gente que realmente está borracha nunca admite que lo está. Ana me apretó un poco la cintura. —Oh, claro, solo has tomado una copa de vino; ¿cómo podrías estar borracha? No supe qué decir. En la batalla, ni siquiera la relación padre-hijo