Capítulo 225

—No, el presidente Vicente es más hábil, ya lo has visto, yo solo soy un aficionado. —dije con humildad. —Un aficionado que ha sido formado por un experto, pero tu estilo de juego no parece el que enseñaría Diego, ¿quién te ha instruido? —preguntó Vicente, indagando sobre esto. Mi habilidad en el snooker se desarrolló siguiendo a Alejandro; él nunca me enseñó formalmente, simplemente observaba mientras él jugaba y luego empecé a jugar por mi cuenta. Naturalmente, mi técnica es similar a la de Alejandro, y cuando él se dio cuenta de que sabía jugar, a menudo me pedía que lo acompañara. —¿Desde cuándo el presidente Vicente es tan hablador, curioso por todo? —una voz interrumpió. No me giré, porque conocía muy bien esa voz. Alejandro había venido también. El día estaba resultando bastante movido. Se paró a mi lado y sin hacer nada más, Vicente entendió. —Jaja, ¿por qué me parecía que la habilidad de Carmen con las bolas era similar a la tuya? Resulta que es... —Vicente se detuvo, mira