Capítulo 280

De repente me puse tenso, pensando. Dios, ¿esta persona quiere volver a pensar en sexo? El apetito y el deseo sexual son parte de la naturaleza humana. Después de una experiencia, ¡quieres intentarlo de nuevo! Parece que incluso las personas de clase alta no pueden resistir; no es de extrañar que en las series de televisión, hasta los hombres más fríos comentan errores y tengan relaciones amorosas. El amor es realmente la debilidad más fatal que Dios ha otorgado a los humanos. Mientras Adrián me besaba sin parar, mi mente comenzó a dispersarse. No fue hasta que sentí un ligero dolor al morderme los labios que volví a la realidad; Adrián ya me había acostado en la cama, su cuerpo presionando el mío. Había un brillo deslumbrante de deseo en sus ojos, su nuez de Adán se movía tentadoramente y sus brazos estaban apoyados a los lados de mi cuerpo, la sensación de sus músculos firmes me secaba la boca. Era una tentación muy vívida, y mi cuerpo comenzó a sentir algo indescribable. Una sensaci