Capítulo 310

Cuando el avión aterrizó, ya era tarde. El resplandor del atardecer era tan hermoso como la sangre, deslumbrante hasta hacer temblar el corazón. —¡Adrián, este es el atardecer más hermoso que he visto! —exclamé sin poder evitarlo. —Yo también. —respondió Adrián. Siempre es así, ya casi no me afecta. Hasta que me senté en el coche y vi en Instagram una foto que él había publicado, era la belleza del atardecer de hace un momento, y la descripción decía: [Porque estás a mi lado.] A primera vista, esta frase no parece combinar con la imagen, pero pensando en lo que le dije en el avión, se conecta: [Este es el atardecer más hermoso que he visto, porque estás a mi lado.] ¡Vaya! Si alguien dice que Adrián no sabe cómo mostrar su amor, yo sería la primera en discrepar. Él lo hace demasiado bien. —Adrián, ¿has vuelto esta vez para celebrar algo? —pregunté en broma al hombre que conducía. Él es amigo de Adrián y ya estaba esperándonos cuando bajamos del avión. —No, esta vez no. —respondió Adrián